Vitamina D3: El rayo de sol que tu cuerpo necesita para estar fuerte y lleno de energía
- MBA. Catalina Rivera

- 29 may
- 2 Min. de lectura
Amiga, déjame contarte algo que nadie me explicó, pero que me cambió la forma de cuidar mi salud: la importancia de la Vitamina D3.
Yo era de las que pensaba que la Vitamina D3 solo era para los huesos, algo que le daban a los niños o a los adultos mayores. Pero no. La realidad es que la mayoría de nosotras tiene niveles bajos de Vitamina D3 sin saberlo.Y cuando eso pasa, el cuerpo no funciona bien: la energía se va, los huesos se debilitan, las defensas bajan, el ánimo se desordena, y hasta el pelo y la piel lo sienten.
La Vitamina D3 es como ese rayito de sol interno que tu cuerpo necesita para estar bien.
¿Cómo saber si te falta Vitamina D3?
Si te pasa algo de esto, es probable que tu cuerpo esté gritando por ayuda:
Vivís cansada, sin fuerzas para nada.
Tenés dolores de huesos, articulaciones o espalda.
Te sentís triste o desanimada, como si nada te motivara.
Te cuesta concentrarte o tenés niebla mental.
Se te cae el pelo más de lo normal.
Tenés las defensas bajas y te enfermás fácil.
Tenés calambres o espasmos musculares.
Pasás la mayoría del tiempo en interiores, sin sol.
Estás en menopausia, postparto o una etapa hormonal difícil.

¿Qué noté cuando empecé a suplementarla?
Primero, la energía volvió. Me sentía más despierta, más fuerte, con ganas de moverme.Los dolores de espalda y esa sensación de cansancio en los huesos bajaron un montón.Mi ánimo mejoró, me sentía menos “gris”, más estable, más yo.El pelo y la piel también empezaron a verse más sanos.Y algo clave: me enfermaba menos.
La Vitamina D3 es mucho más que una vitamina para los huesos: es tu energía, tus defensas, tu salud emocional y tu bienestar general.
¿Para quién creo que es ideal?
Para todas las mujeres que quieren sentirse fuertes, con energía, y cuidar su salud a largo plazo.Si pasás mucho tiempo en interiores, si sentís que tu cuerpo está cansado o que las defensas no te acompañan, la Vitamina D3 es ese refuerzo que muchas veces no sabías que necesitabas.
A veces no es cuestión de tomar más café o hacer más cosas, es cuestión de darle al cuerpo lo que le hace falta para brillar.




Comentarios